Reabsorción ósea y la pérdida de los dientes

Una de las consecuencias más graves de la pérdida de los dientes es la atrofia ósea. Este proceso comienza inmediatamente tras la ausencia dental y es el responsable del envejecimiento precoz de la cara.

Su explicación biológica se basa en el funcionamiento “normal” de un proceso óseo denominado Remodelado. Este consiste en el equilibrio entre la formación y destrucción de hueso presente en todo ser humano sano. Este proceso se interrumpe cuando el hueso pierde la actividad biomecánica para la que fue creado (Teoría del macanostato de Frost 1985).

Para comprenderlo, debemos saber que el hueso alveolar maxilar y mandibular donde se encuentran alojados los dientes, ha sido creado para soportar las cargas de la masticación y las inserciones de los músculos periorales. Ante la ausencia de función una vez perdidos los dientes, tanto el hueso como los tejidos blandos se atrofian debido a la falta de riego sanguíneo y la destrucción de células óseas y fibras elásticas (como ocurre en el envejecimiento de la piel).

El conocimiento de este proceso es fundamental para poder realizar un diagnóstico acertado en el paciente que busca una solución con implantes dentales, entendiendo que la función de los dientes y por tanto de los implantes no sólo es la masticación sino también el soporte estético facial de los tejidos blandos de la cara.

Cumplir los objetivos del paciente, es una de las partes del éxito de un tratamiento. Para ello, la planificación tanto funcional dental como estética facial es imprescindible desde la primera visita. En nuestro centro, Clínica Bustillo, desarrollamos hace ya algún tiempo un protocolo de diagnóstico y planificación denominado “Face”.

En este protocolo se utilizan reconstrucciones en tres dimensiones del hueso facial, fotografía 3D y archivos STL originados por escáneres intraorales para poder ofrecer al paciente todas las opciones de tratamiento a las que puede acceder, siempre desde su calidad y predictibilidad.

Elevación del Seno Maxilar
Por otro lado, es grato mirar hacia atrás y ver como diferentes técnicas de reconstrucción ósea de las que el Dr. Bustillo ha sido pionero en España, como es la denominada Elevación del Seno Maxilar, están de plena actualidad. Es una técnica que ha demostrado su estabilidad y éxito en el largo plazo.

Buena prueba de ello es que en los veinte años del curso que organizamos sobre Elevación de Seno ya han pasado más de 700 alumnos, que la aplican de forma habitual en sus tratamientos.

Me gusta recalcar que el implante es un producto sanitario y no comercial. Los pacientes también deben de conocer las diferentes calidades de los tratamientos ofertados en relación a su situación anatómica y funcional.

Es decir, cada paciente es único e irrepetible y posee unas condiciones y factores de riesgo únicas a tener en cuenta para poder proponer un tratamiento de éxito.

Por este motivo, es muy difícil estandarizar los tratamientos con implantes dentales. Es necesario un diagnóstico personalizado que combine con éxito la parte técnica del tratamiento con las expectativas por parte del paciente.

Por eso, también es importante recordar de forma general a quienes solo se interesan por el presupuesto de un tratamiento, que están olvidando la vertiente médica y profesional. Si nos dan un presupuesto sin diagnosticar previamente a un paciente, nos están ofreciendo un producto comercial generalista, con el que no se puede asumir la responsabilidad frente al fracaso o las complicaciones, ya que se desconocen las propiedades óseas y los factores de riesgo de la persona.

Tras dos décadas de experiencia en la regeneración de hueso, y con la evolución del diseño de determinados implantes dentales, podemos afirmar que cualquier paciente con problemas puede ser tratado de una forma personalizada, relativamente sencilla y ambulatoria, cumpliendo sus expectativas de estética dental y facial. Pero lo primero es hacer un buen diagnóstico.