Implantes dentales en personas con necesidades especiales

 

Desde el punto de vista de la implantología dental, hay que tener en cuenta a las personas con necesidades especiales, bien porque desde su nacimiento sufren determinadas enfermedades, bien porque con el paso de la edad padecen trastornos que les impiden llevar una vida normal.

¿De quién hablamos? De individuos que padecen Síndrome de Down, parálisis cerebral, autismo, epilepsia, discapacidad intelectual, o espina bífida, entre otras patologías. O que con la edad se les ha diagnosticado Alzheimer, Parkinson y cualquier otra enfermedad degenerativa. Por su estado de salud necesitan cuidados diferentes a la mayoría de nosotros, entre los que se incluyen los referidos a su salud dental.

En este ámbito, además, las dificultades son mayores, como vemos en los disminuidos físicos y psíquicos que a menudo presentan ausencia de piezas dentales y tienen grandes dificultades para mantener una correcta higiene oral. Circunstancias similares experimentan quienes sufren cualquiera de las dolencias citadas. Este colectivo de pacientes muestra una mayor necesidad de reponer los dientes que faltan con prótesis.

Los implantes dentales, una alternativa viable

A la hora de sustituir los dientes, hay que valorar todas las posibles opciones. Y es muy oportuno tener en cuenta que muchos de ellos no podrán manejarse fácilmente con prótesis removibles. Por eso, los implantes pueden ser una alternativa viable e incluso la única, aunque también aparecen contraindicaciones, como la presencia de un porcentaje elevado de placa dental (más del 20 por ciento), o hábitos como el bruxismo, la interposición lingual o labial, que pueden perjudicar su viabilidad.

En ese sentido, si el especialista se decide por la implantología, tendrá que considerar variables como un mayor número de implantes por tramo sin dientes o diseños de ajuste dental específicos en el que se disminuyan las fuerzas tangenciales para reducir la carga de cada implante.

Otro aspecto importante del trato a pacientes con necesidades especiales es la situación en consulta. Seguramente, será necesario recurrir a técnicas de sedación para mitigar posibles problemas de conducta o circunstancias de estrés. En mi experiencia, creo que los tratamientos se deben realizar en el entorno hospitalario, sobre todo por las posibles complicaciones respiratorias que puedan surgir.

Y en cuanto a la tasa de éxito de los implantes, se ha observado que no hay diferencias estadísticamente significativas con respecto a otros grupos de población que no padecen este tipo de patologías. Por tanto, constituyen una alternativa válida este colectivo. La clave de un buen resultado está en el estudio individual de las condiciones desde el punto de vista clínico, tanto generales como en el apartado oral y maxilofacial.